El esplendor de Carmen Cervera, conocida como la baronesa Thyssen, alcanzó su punto máximo en los años 90, cuando disfrutaba de un estilo de vida lujoso junto a su tercer marido, Heini Thyssen. Desde su boda en 1985 hasta la muerte del barón en 2002, la baronesa vivió una vida despreocupada, centrada en la crianza de su hijo Borja y en la gestión de la impresionante colección de arte de su esposo. Sin embargo, más de dos décadas después de su viudedad, la vida de Carmen ha cambiado drásticamente, y su imperio, que una vez brilló con fuerza, se ha desvanecido en gran medida.
### Un Patrimonio en Declive
A pesar de que Forbes estima que la fortuna de la baronesa Thyssen ronda los 1.500 millones de dólares en 2025, la realidad es que su imperio ya no es lo que solía ser. En sus años de matrimonio, Carmen disfrutaba de un estatus privilegiado en la élite social, con propiedades en lugares como París, Londres, Marbella y Suiza. Sin embargo, en los últimos años, ha vendido varias de estas propiedades, dejando atrás un estilo de vida que alguna vez fue sinónimo de opulencia.
La baronesa ha mantenido un perfil bajo, residiendo en Andorra, donde se ha centrado en la gestión de su colección de arte y en la crianza de sus hijos. Aunque se estima que genera ingresos anuales de 6.5 millones de euros por el alquiler de sus obras al Estado español, su vida social ha disminuido considerablemente. En lugar de asistir a eventos glamorosos, Carmen ha optado por una vida más tranquila, pasando sus veranos en su villa de la Costa Brava, conocida como Más Mañanas, donde se dedica a escribir sus memorias y a preparar exposiciones para sus museos.
### La Nueva Vida en Andorra
A sus 82 años, Carmen Cervera ha encontrado un nuevo hogar en Andorra, en la urbanización de lujo Can Diumenge. Allí, ha adquirido dos casas valoradas en aproximadamente 10 millones de euros, donde vive cerca de su hijo Borja, quien también ha hecho de Andorra su hogar. Esta cercanía familiar ha sido fundamental para la baronesa, quien ha priorizado pasar tiempo con sus hijos, especialmente con Borja, mientras que sus mellizas han comenzado su vida independiente.
La baronesa ha mantenido algunas propiedades, como la mansión de La Moraleja y su querido Más Mañanas, pero ha vendido otras que ya no se alinean con su estilo de vida actual. La venta de Villa Favorita, su casa en Suiza, por 65 millones de dólares en 2015 marcó un punto de inflexión en su vida. Esta villa no solo era un hogar, sino que también albergaba la valiosa colección de arte de Heini Thyssen, y su venta simbolizó el cierre de un capítulo importante en su historia.
A pesar de los cambios en su vida, Carmen sigue comprometida con su legado artístico. Actualmente, gestiona varios museos, incluido el Espai Carmen Thyssen, y ha anunciado planes para abrir un nuevo centro cultural en Palma, aunque no se espera que esté listo antes de 2027. Este enfoque en el arte y la cultura refleja su deseo de seguir contribuyendo al mundo del arte, incluso mientras su vida personal ha tomado un rumbo más discreto.
La baronesa Thyssen ha pasado por altibajos a lo largo de su vida, desde momentos de gran riqueza hasta períodos de dificultades económicas. En sus años más jóvenes, enfrentó la ruina tras su segundo matrimonio, lo que la llevó a vivir en condiciones precarias. Sin embargo, su resiliencia y capacidad para reinventarse han sido constantes a lo largo de su vida. Hoy, aunque su imperio ya no brilla con la misma intensidad, Carmen Cervera continúa siendo una figura relevante en el mundo del arte y la cultura, demostrando que la verdadera riqueza no siempre se mide en términos monetarios, sino en la capacidad de adaptarse y encontrar la felicidad en nuevas circunstancias.