La Unión Europea (UE) ha intensificado sus esfuerzos diplomáticos para abrir nuevas vías de comercio internacional, en respuesta a la creciente incertidumbre provocada por los aranceles impuestos por Estados Unidos. La guerra comercial entre EE.UU. y otros países ha generado un cambio significativo en las dinámicas del comercio global, y la UE busca diversificar sus relaciones comerciales para mitigar el impacto de estas tensiones.
Desde que se implementaron aranceles generalizados por parte de la administración de Donald Trump, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha estado trabajando para establecer acuerdos comerciales que fortalezcan la posición de la UE en el mercado global. A pesar de que la reciente pausa en la imposición de aranceles ha proporcionado un respiro temporal, la UE es consciente de que la situación puede cambiar rápidamente, y por ello, ha decidido actuar proactivamente.
Uno de los principales objetivos de la UE es abrir negociaciones con países que puedan compensar la pérdida de comercio con EE.UU. Aunque no hay un solo país que pueda llenar el vacío dejado por EE.UU., la suma de varios acuerdos puede ayudar a fortalecer la economía europea. Von der Leyen ha mencionado en sus declaraciones la importancia de diversificar las relaciones comerciales, similar a los esfuerzos realizados tras la invasión de Rusia a Ucrania, cuando la UE buscó alternativas para el suministro de gas.
Recientemente, la UE ha comenzado negociaciones para un acuerdo de libre comercio con los Emiratos Árabes Unidos, un socio comercial clave que representa más del 8% del comercio no relacionado con el petróleo entre la UE y el país árabe. En 2023, el comercio entre ambas economías alcanzó casi 56.000 millones de euros, lo que representa un crecimiento significativo en la última década. La UE también ha mantenido conversaciones con Malasia, Tailandia, Filipinas e Indonesia para fortalecer sus lazos comerciales.
Además, la presidenta de la Comisión ha llevado a cabo un ‘roadshow’ por Asia Central, donde se han firmado acuerdos de cooperación con países como Kazajistán y Kirguistán, y se espera que se formalicen más acuerdos con Uzbekistán y Tayikistán en el futuro cercano. Estos esfuerzos son parte de una estrategia más amplia para diversificar las fuentes de comercio y reducir la dependencia de mercados específicos.
En el contexto de Asia, la UE también está buscando revitalizar sus relaciones comerciales con China. Tras la visita del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se han iniciado conversaciones para eliminar aranceles sobre coches eléctricos chinos, lo que podría facilitar un intercambio más fluido entre ambas economías. En 2024, se espera que el comercio entre la UE y China alcance los 900.000 millones de euros, lo que subraya la importancia de este mercado para la UE.
Fuera de Asia, la UE no ha descuidado otras regiones. Von der Leyen ha anunciado contactos con Canadá, Nueva Zelanda y Australia para revitalizar las relaciones comerciales en el marco del Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico. Además, se ha instado a avanzar en la ratificación del acuerdo de comercio con Mercosur, un paso que podría abrir nuevas oportunidades comerciales en América del Sur.
La UE se presenta como un mercado único atractivo, con más de 450 millones de consumidores, y busca posicionarse como un socio comercial confiable y predecible. Von der Leyen ha enfatizado que la UE no solo es el mayor mercado del mundo, sino que también honra sus compromisos, un mensaje que busca contrarrestar la volatilidad de las relaciones con EE.UU.
En un esfuerzo por encontrar soluciones a las tensiones comerciales, el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, se reunirá en Washington con representantes de la administración estadounidense. Este encuentro será crucial para discutir la posibilidad de un acuerdo que beneficie a ambas partes, especialmente en lo que respecta a la eliminación de aranceles sobre bienes industriales.
La UE está decidida a adaptarse a un entorno comercial en constante cambio y a buscar nuevas oportunidades que fortalezcan su economía. A medida que las tensiones comerciales globales continúan, la capacidad de la UE para diversificar sus relaciones comerciales será fundamental para su estabilidad económica a largo plazo.