El 27 de septiembre de 1975, la historia de España marcó un hito oscuro con la ejecución de cinco hombres, entre ellos Xos Humberto Baena, el último fusilado del régimen franquista. Este evento no solo simboliza el final de una era de represión, sino que también plantea interrogantes sobre la justicia y la memoria histórica en un país que aún lidia con las secuelas de su pasado. A medida que se acerca el 50 aniversario de estas ejecuciones, es crucial explorar la vida de Baena, las circunstancias que llevaron a su condena y el impacto que su muerte tuvo en la sociedad española.
La historia de Xos Humberto Baena es la de un joven que se convirtió en un símbolo de resistencia y lucha por la libertad. Nacido en Vigo, Baena se involucró en actividades políticas desde una edad temprana, siendo parte del Frente Antifascista y Patriota (FRAP), un grupo que abogaba por la lucha armada contra el régimen de Franco. Su vida, marcada por la militancia y la búsqueda de justicia, se truncó de manera abrupta cuando fue arrestado y condenado a muerte por un tribunal militar en un juicio que careció de las garantías necesarias.
La ejecución de Baena y sus compañeros fue un acto de desesperación por parte de un régimen que se encontraba en sus últimos estertores. En un contexto de creciente descontento social y político, el franquismo intentó reafirmar su control a través de la violencia. Sin embargo, este intento de intimidación no logró silenciar las voces de aquellos que clamaban por libertad y democracia. En cambio, las ejecuciones provocaron una ola de indignación tanto a nivel nacional como internacional, con figuras como el Papa Pablo VI pidiendo clemencia al dictador.
La historia de Baena no solo es un relato de injusticia, sino también de la lucha por la memoria. Su familia, en particular su hermana Flor, ha dedicado décadas a reivindicar su inocencia y a buscar justicia. A pesar de las adversidades, Flor ha mantenido viva la memoria de su hermano, convirtiéndose en una voz activa en la lucha por la reparación histórica. En agosto de 2025, el Gobierno español reconoció oficialmente la ilegitimidad del tribunal que condenó a Baena, un paso significativo en la búsqueda de justicia para las víctimas del franquismo.
La vida y muerte de Xos Humberto Baena son un recordatorio de los costos de la lucha por la libertad y la justicia. Su historia resuena en un momento en que España continúa enfrentando los desafíos de reconciliarse con su pasado. La memoria de Baena y de otros como él es esencial para entender la historia reciente de España y para garantizar que las lecciones del pasado no se repitan en el futuro.
**El Contexto de la Represión y la Resistencia**
Para comprender la historia de Xos Humberto Baena, es fundamental situarla en el contexto de la represión franquista. Durante casi cuatro décadas, el régimen de Franco utilizó la violencia y el miedo como herramientas para mantener el control sobre la población. La represión política se tradujo en detenciones arbitrarias, torturas y ejecuciones, creando un clima de terror que afectó a miles de españoles.
El FRAP, del cual Baena formaba parte, surgió como una respuesta a esta represión. Este grupo, que abogaba por la lucha armada, se convirtió en un símbolo de la resistencia contra el franquismo. Sin embargo, la violencia también trajo consigo un ciclo de represalias que dejó una huella profunda en la sociedad española. Las ejecuciones de 1975, que incluyeron a Baena, fueron un intento desesperado del régimen por sofocar el descontento y reafirmar su autoridad.
La respuesta a estas ejecuciones fue inmediata. En las calles, la indignación se tradujo en protestas y manifestaciones, mientras que a nivel internacional, gobiernos y organizaciones de derechos humanos condenaron las acciones del régimen. La ONU y otros actores internacionales intentaron interceder en favor de los condenados, pero el franquismo se mantuvo firme en su decisión de llevar a cabo las ejecuciones, lo que solo intensificó la resistencia en el país.
**La Búsqueda de Justicia y Memoria**
La lucha por la memoria y la justicia ha sido un tema recurrente en la historia de España desde la muerte de Franco. La familia de Xos Humberto Baena ha sido un ejemplo de perseverancia en esta lucha. Flor Baena, su hermana, ha dedicado su vida a reivindicar la inocencia de su hermano y a buscar justicia por su muerte. A lo largo de los años, ha enviado cartas a diferentes gobiernos y ha participado en numerosas iniciativas para mantener viva la memoria de las víctimas del franquismo.
El reconocimiento oficial de la ilegitimidad del tribunal que condenó a Baena es un paso significativo, pero no suficiente. La reparación histórica implica no solo el reconocimiento de la injusticia, sino también la necesidad de abordar las heridas que aún persisten en la sociedad española. La memoria de Baena y de otros como él es esencial para garantizar que las lecciones del pasado no se olviden y que las futuras generaciones comprendan la importancia de la lucha por la libertad y la justicia.
La historia de Xos Humberto Baena es un testimonio de la resistencia frente a la opresión y un recordatorio de que la búsqueda de justicia es un camino que requiere tiempo, esfuerzo y determinación. A medida que se conmemora el 50 aniversario de su ejecución, es fundamental reflexionar sobre el legado de su vida y la importancia de mantener viva la memoria de aquellos que lucharon por un futuro mejor.