Macarena Gómez, conocida por su trabajo en el mundo del entretenimiento, ha encontrado su lugar en un antiguo molino del siglo XVIII en la Alta Ampurdán, en la provincia de Gerona. Esta decisión de mudarse al campo no solo ha transformado su vida personal, sino que también ha permitido a su familia disfrutar de un estilo de vida más conectado con la naturaleza. Junto a su esposo, Aldo Comas, y su hijo, Dante, Macarena ha creado un hogar que combina la belleza histórica del molino con un enfoque moderno y creativo.
### Un Hogar con Historia y Estilo
El molino, que originalmente fue concebido como una residencia de vacaciones, se ha transformado en un hogar lleno de vida y carácter. Macarena y Aldo han trabajado en la reconversión del espacio, integrando elementos naturales y obras de arte que reflejan su personalidad vibrante. La decoración de su hogar es un testimonio de su estilo único, con una paleta de colores vivos y texturas variadas que crean un ambiente acogedor y estimulante.
La casa cuenta con grandes ventanales que permiten que la luz natural inunde los espacios, creando una atmósfera cálida y alegre. Macarena ha mencionado que los sofás fueron el punto de partida para la decoración, lo que demuestra su enfoque práctico y estético al mismo tiempo. Cada rincón de su hogar está diseñado para ofrecer comodidad y un sentido de pertenencia, algo que la actriz considera esencial para su familia.
Además de la belleza interior, el exterior del molino es igualmente impresionante. Rodeado de un paisaje natural, la familia ha creado un entorno donde conviven con una variedad de animales, incluyendo caballos, ovejas y alpacas. Este contacto diario con la fauna no solo enriquece su vida, sino que también proporciona a Dante una infancia llena de experiencias únicas y educativas.
### La Vida en el Alto Ampurdán
La elección de vivir en el Alto Ampurdán no fue casual. Esta región es conocida por su belleza natural y su rica historia cultural. Macarena ha encontrado inspiración en el entorno, que ha sido hogar de artistas como Picasso y Dalí. La zona ofrece un equilibrio perfecto entre la tranquilidad del campo y la cercanía a playas y calas menos masificadas de la Costa Brava. Lugares emblemáticos como Cadaqués y Port de la Selva son accesibles, lo que permite a la familia disfrutar de la costa y sus actividades recreativas.
El estilo de vida rural que han adoptado se complementa con la agricultura. Macarena y Aldo han plantado un huerto donde cultivan diversas variedades de frutas y verduras, integrando estos productos frescos en su dieta diaria. Esta conexión con la tierra y la producción de alimentos es un aspecto fundamental de su vida, que refleja un compromiso con la sostenibilidad y la crianza consciente.
El confinamiento durante la pandemia fue un punto de inflexión para la familia. Macarena se dio cuenta de que su hijo necesitaba un entorno más natural y menos estresante que el bullicio de la ciudad. Esta revelación la llevó a tomar la decisión de mudarse permanentemente al molino, donde pueden disfrutar de un estilo de vida más relajado y saludable.
Aunque su trabajo en el mundo del espectáculo requiere que Macarena viaje con frecuencia a Madrid, ella ha encontrado la manera de equilibrar su vida profesional y personal. Durante la semana, se queda en Cataluña para estar cerca de su hijo y seguir el ritmo escolar que han elegido. Los fines de semana son sagrados para la familia, dedicados a explorar la naturaleza y disfrutar de su hogar en el campo.
La vida de Macarena Gómez en el Alto Ampurdán es un ejemplo de cómo es posible combinar la vida familiar, el trabajo y la creatividad en un entorno que fomenta el bienestar. Su hogar, un antiguo molino rodeado de animales y naturaleza, no solo es un refugio de paz, sino también un espacio donde se cultiva la creatividad y se fomenta un estilo de vida consciente y equilibrado. En un mundo donde el estrés y la prisa son la norma, la familia Gómez-Comas ha encontrado su propio camino hacia la felicidad y la realización personal.