Leon Marchand, el joven nadador francés que deslumbró en los recientes Juegos Olímpicos de París, ha revelado sus ambiciosos planes para el futuro en una reciente entrevista. Con cuatro medallas de oro y una de bronce en su haber, Marchand se posiciona como el sucesor de la leyenda Michael Phelps, quien ostenta el récord de ocho medallas de oro en una sola edición de los Juegos Olímpicos, logradas en Pekín 2008.
El nadador de Toulouse ha expresado su deseo de igualar o incluso superar los logros de Phelps, un objetivo que ha comenzado a preparar con seriedad. En su primera aparición pública tras un periodo de descanso y entrenamiento en Australia, Marchand ha compartido sus pensamientos sobre cómo planea alcanzar esta meta. A pesar de su éxito en París, el joven atleta sabe que el camino hacia Los Ángeles 2028 será desafiante, especialmente con la presión de ser comparado constantemente con el ícono estadounidense.
Para lograr sus objetivos, Marchand ha decidido diversificar su repertorio de pruebas. Aunque ya ha demostrado su destreza en los 200 metros braza, 200 metros mariposa, 200 metros estilos y 400 metros estilos, ahora se ha propuesto incluir el estilo libre en su entrenamiento. En su próxima competencia en el Tyr Pro de Fort Lauderdale, planea participar en los 200 y 400 estilos, así como en los 200 y 400 libres. Marchand ha admitido que este cambio no será fácil y que al principio podría enfrentar dificultades, pero está decidido a trabajar en ello.
La decisión de Marchand de mudarse a Australia para entrenar se debe a su deseo de mejorar su técnica y corregir ciertos defectos en su brazada. En su entrevista, el nadador explicó que su estilo libre tiende a ser problemático, especialmente cuando gira hacia la derecha, lo que afecta su fuerza en el brazo izquierdo. Este cambio de entorno y enfoque ha sido un reto, ya que ha tenido que adaptarse a un estilo de entrenamiento más independiente y menos estructurado que el que estaba acostumbrado en Francia.
Marchand también ha reflexionado sobre las diferencias culturales en el entrenamiento entre Estados Unidos y Europa. En su experiencia, el enfoque en Estados Unidos es más empírico, lo que significa que los nadadores deben ser más autónomos y responsables de su propio progreso. Esto contrasta con el estilo europeo, donde los entrenadores suelen proporcionar directrices más claras. A pesar de los desafíos, Marchand ve esta independencia como una oportunidad para crecer y mejorar como atleta.
El joven nadador ha dejado claro que su ambición no se limita a igualar a Phelps, sino que también quiere establecer su propio legado en la natación. Con la mirada puesta en Los Ángeles 2028, Marchand está decidido a trabajar arduamente para alcanzar sus objetivos y demostrar que puede ser el mejor en múltiples estilos de natación. Su enfoque y dedicación son un testimonio de su compromiso con el deporte y su deseo de dejar una huella imborrable en la historia de la natación.
A medida que se acerca la fecha de los Juegos Olímpicos de 2028, el mundo de la natación estará observando de cerca el progreso de Leon Marchand. Con su talento y determinación, es probable que se convierta en una de las figuras más destacadas de la próxima década en el deporte acuático. Su historia es un recordatorio de que, con trabajo duro y dedicación, los sueños pueden hacerse realidad, y que la próxima generación de nadadores está lista para tomar el relevo.