Lidl ha decidido interponer una demanda judicial contra la organización activista OBA, tras haber sido objeto de múltiples acusaciones difamatorias que afectan su reputación y generan desinformación en el ámbito de la seguridad alimentaria. La cadena de supermercados ha emitido un comunicado en el que explica que en los últimos meses, OBA ha llevado a cabo campañas que carecen de fundamento científico y que han inducido a los consumidores a una percepción errónea sobre la seguridad de los productos alimentarios que ofrece la compañía.
Desde hace más de tres décadas, Lidl ha mantenido un compromiso firme con la seguridad alimentaria, estableciendo altos estándares para todos sus proveedores. La empresa asegura que realiza controles exhaustivos a lo largo de su cadena de suministro, los cuales son llevados a cabo por organismos independientes y acreditados. Además, sus productos están respaldados por certificaciones de calidad reconocidas internacionalmente, como el sistema de gestión de calidad ISO 9001:2015 y las certificaciones IFS Food y BRC, que son requisitos obligatorios para sus proveedores.
Lidl ha señalado que las acusaciones de OBA han sido sistemáticamente desacreditadas por expertos independientes. Las denuncias presentadas por OBA en el marco de sus campañas han sido archivadas por la justicia, lo que evidencia la falta de rigor científico en sus afirmaciones y el uso de información tergiversada. La compañía ha enfatizado que la demanda no busca un beneficio económico, sino que se centra en la defensa de su honor y en la lucha contra la desinformación.
En caso de que el tribunal dictamine a favor de Lidl y se ordene el pago de una indemnización, la empresa ha manifestado que destinará esos fondos a iniciativas que promuevan proyectos sociales. Esta decisión subraya el compromiso de Lidl no solo con su reputación, sino también con la responsabilidad social.
La creciente ola de desinformación en el sector alimentario ha llevado a Lidl a hacer un llamado a la responsabilidad de las organizaciones y a la rigurosidad de las plataformas de difusión, incluidos los medios de comunicación. La compañía advierte que la desinformación puede perjudicar al sector alimentario y generar confusión entre los consumidores, quienes merecen información veraz y contrastada.
Lidl ha reiterado su compromiso con la transparencia y la seguridad alimentaria, destacando que todos sus productos cumplen con los requisitos establecidos por las autoridades y los servicios sanitarios. La empresa se ha comprometido a seguir trabajando para garantizar que sus clientes reciban productos de la más alta calidad, respaldados por un sistema de control riguroso y efectivo.
La situación actual refleja un desafío significativo para el sector alimentario, donde la desinformación puede tener repercusiones graves no solo para las empresas, sino también para la confianza del consumidor. Lidl, al tomar esta acción legal, busca no solo proteger su imagen, sino también contribuir a un entorno más seguro y transparente en el ámbito de la alimentación.