La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha dado un paso significativo en la lucha contra los delitos de odio por motivos religiosos al anunciar la creación de una nueva oficina destinada a la recepción de denuncias relacionadas con este tipo de delitos. Este anuncio se realizó durante la rueda de prensa que tuvo lugar tras la 270 reunión del Episcopado, donde el portavoz de la CEE, César García Magn, explicó los objetivos y funciones de esta nueva iniciativa.
La nueva oficina se encargará de recopilar y registrar datos sobre delitos y ofensas dirigidas a los fieles católicos, así como de elaborar y difundir un informe anual que refleje la situación de la libertad religiosa en España. Este esfuerzo busca no solo contabilizar los incidentes, sino también sensibilizar a las diócesis sobre la importancia de la defensa de la libertad religiosa y ofrecer orientaciones en caso de vulneraciones.
### Objetivos de la Nueva Oficina
Entre los principales objetivos de esta oficina se encuentran la promoción de la libertad religiosa y la elaboración de un informe anual que documente los delitos de odio por motivos religiosos. Este informe se basará en la recopilación de datos y en la recepción de denuncias de los afectados. La CEE ha señalado que, aunque la Iglesia en España no se considera perseguida, sí existen casos de ofensas a los sentimientos religiosos que deben ser atendidos y documentados.
César García Magn destacó que la creación de esta oficina responde a la necesidad de contar con un mecanismo que permita a la Iglesia Católica en España actuar de manera proactiva frente a los delitos de odio. «Se constata desde instituciones sociales y eclesiales que, tras el cambio legislativo del Código Penal, ciertos delitos de odio por motivos religiosos han dejado de estar tipificados. Si otras instituciones tienen mecanismos similares, nos parece oportuno hacerlo también», afirmó García Magn.
La oficina estará coordinada por la Vicesecretaría para Asuntos Generales y la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso. Esto permitirá un enfoque integral y colaborativo, no solo dentro de la Iglesia, sino también con otras confesiones religiosas y organizaciones nacionales e internacionales que trabajan en la defensa de la libertad religiosa.
### Contexto Actual de la Libertad Religiosa en España
La creación de esta oficina se produce en un contexto en el que la libertad religiosa ha sido objeto de debate en España. A pesar de que el país cuenta con un marco legal que protege la libertad de culto, los incidentes de odio y las ofensas a los sentimientos religiosos han ido en aumento en los últimos años. Esto ha llevado a la CEE a considerar la necesidad de un seguimiento más riguroso de estos delitos.
García Magn también mencionó otros mecanismos existentes en el ámbito internacional, como los informes de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y de organizaciones en Estados Unidos, que abordan la cuestión de los delitos de odio por motivos religiosos. La CEE busca alinearse con estas iniciativas y contribuir a un esfuerzo global por la defensa de la libertad religiosa.
Además de la creación de esta oficina, la CEE está trabajando en las Líneas Pastorales para el cuatrienio 2026-2030, que se desarrollarán en la próxima Comisión Permanente y se someterán a aprobación en la Plenaria de noviembre. Este trabajo refleja un compromiso continuo por parte de la Iglesia en España para abordar no solo los delitos de odio, sino también otros desafíos que enfrenta la comunidad católica en el país.
La situación económica de la Santa Sede y los esfuerzos para fomentar las vocaciones en el ámbito católico también fueron temas abordados en la reunión. La CEE está comprometida en regular el consejo general de la Iglesia en la educación, lo que demuestra un enfoque integral hacia el desarrollo de la comunidad católica en España.
La creación de este observatorio es un paso importante hacia la protección de la libertad religiosa y la promoción de un diálogo interreligioso más efectivo. A medida que la sociedad avanza, es fundamental que las instituciones religiosas se adapten y respondan a los desafíos contemporáneos, garantizando así un entorno en el que todos puedan practicar su fe sin temor a represalias o discriminación.