La reciente comparecencia de Pedro Sánchez en el Senado ha marcado un hito en la política española, convirtiéndose en el segundo presidente del Gobierno en ser interrogado por una comisión de investigación. Este evento, que tuvo lugar el 30 de octubre de 2025, se centró en el caso Koldo, un asunto que ha generado gran controversia y debate en el país. Durante su intervención, Sánchez no solo defendió la legalidad de la financiación del PSOE, sino que también se enfrentó a un intenso interrogatorio por parte de la oposición, lo que resultó en un intercambio de acusaciones y defensas apasionadas.
El presidente del Gobierno comenzó su comparecencia enfatizando que el PSOE no tiene gastos sin documentar, refiriéndose a las recientes acusaciones sobre la financiación del partido. A lo largo de su intervención, Sánchez se mostró firme al afirmar que en el PSOE no existen sobresueldos, y que cualquier gasto realizado por los altos cargos del partido está debidamente documentado. «Estoy convencido de que en alguna ocasión he podido liquidar gastos, siempre con factura, como secretario general del PSOE», afirmó, defendiendo la transparencia de las finanzas del partido.
Uno de los momentos más tensos de la comparecencia se produjo cuando Sánchez se refirió a la figura de José Luis Ábalos, quien ha estado en el centro de la controversia. El presidente expresó su decepción y repugnancia por los hábitos personales de Ábalos, que han salido a la luz en grabaciones recientes. «Las cualidades políticas de Ábalos nada tenían que ver con sus hábitos y cotidianidad que yo desde luego desconocía», declaró, distanciándose de cualquier implicación en el escándalo.
### Un Interrogatorio Tenso
La comparecencia no estuvo exenta de tensión. Desde el inicio, los miembros de la oposición no dudaron en cuestionar la gestión de Sánchez y su relación con el caso Koldo. El presidente, en respuesta a las acusaciones, no escatimó en críticas hacia la oposición, describiendo la comisión como un «circo» y una «comisión de difamación». «Cuando el fango se seque, se verá la verdad, y la verdad es que este es un Gobierno limpio», afirmó, defendiendo su administración de las acusaciones de corrupción.
Sánchez también aprovechó la ocasión para criticar a otros líderes políticos, señalando que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, había ocultado su sueldo real al Senado. «El señor Feijóo ocultó al Senado su sueldo real a este grupo, declaró su sueldo base como senador mientras ingresaba casi 40.000 euros de gastos por representación y otros 32.000 euros por presidir su grupo», expuso, utilizando esto como un ejemplo de la falta de transparencia en la oposición.
La defensa de Sánchez se centró en la idea de que su Gobierno ha actuado con contundencia ante cualquier indicio de corrupción, a diferencia de administraciones anteriores. «La corrupción sistémica que el PP llevó a todas las administraciones acabó en 2008 con la moción de censura», subrayó, intentando desmarcarse de las acusaciones que se ciernen sobre su partido.
### La Relación con Koldo García
Uno de los puntos más discutidos durante la comparecencia fue la relación de Sánchez con Koldo García, quien fue detenido en el marco de la investigación. El presidente insistió en que su relación con García era «absolutamente anecdótica» y que no recordaba haber hablado con él en más de unas pocas ocasiones. «Por supuesto que mi mujer no tuvo nada que ver con el rescate de Air Europa», añadió, tratando de desvincularse de cualquier implicación personal en el caso.
Sánchez también se refirió a la visita de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, a España, afirmando que no tenía conocimiento de las sanciones que pesaban sobre ella en el momento de su visita. «En el momento en que tengo conocimiento de ello le transmito a Ábalos que no puede estar en suelo español la vicepresidenta de Venezuela», explicó, intentando aclarar su postura respecto a la controversia.
La comparecencia de Pedro Sánchez en el Senado ha dejado claro que el caso Koldo seguirá siendo un tema candente en la política española. Con un interrogatorio que puso a prueba su capacidad de respuesta y su defensa de la legalidad del PSOE, el presidente ha dejado entrever que no está dispuesto a ceder ante las acusaciones y que su Gobierno se mantendrá firme en su posición. La tensión entre el Gobierno y la oposición parece estar lejos de resolverse, y el caso Koldo seguirá siendo un punto focal en el debate político en los próximos meses.