En un mundo donde la educación superior se enfrenta a desafíos constantes, la figura de Ricardo Piero, catedrático de Estética y Teoría de las Artes en la Universidad de Navarra, se destaca por su enfoque innovador y su compromiso con la formación integral de sus alumnos. Piero, quien ha dejado una plaza fija en la Universidad de Salamanca para unirse a la educación privada, ha encontrado en su nuevo entorno la libertad necesaria para fomentar el pensamiento crítico y la reflexión personal entre sus estudiantes.
### La Búsqueda de la Coherencia en la Educación
Ricardo Piero ha implementado un método de enseñanza que invita a sus alumnos a experimentar diferentes formas de vida, desafiándolos a vivir como si pertenecieran a religiones distintas a la suya. Esta práctica, que incluye actividades como asistir a ceremonias religiosas o abstenerse de ciertos alimentos, busca que los estudiantes reflexionen sobre sus propias creencias y valores. «Quiero que examinen las cosas con detenimiento y aprendan a mirar el mundo», afirma Piero, quien considera que la educación debe ir más allá de la mera transmisión de conocimientos.
En sus clases, los estudiantes no solo aprenden sobre teoría estética, sino que también se involucran en un proceso de autodescubrimiento. Escribe en un diario lo que experimentan y luego comparten sus reflexiones con el grupo. Este enfoque no solo fomenta la introspección, sino que también crea un ambiente de confianza y apertura, donde los estudiantes pueden explorar sus emociones y pensamientos sin miedo al juicio.
Piero también ha observado un fenómeno preocupante entre los jóvenes: la dificultad para establecer conexiones interpersonales. «Los estudiantes no se miran a los ojos», señala, lo que refleja una desconexión emocional en un mundo cada vez más digitalizado. Para contrarrestar esto, ha prohibido el uso de dispositivos electrónicos en sus clases, enfatizando la importancia de la comunicación cara a cara. «Están muy juntos, pero no se relacionan», explica, subrayando la necesidad de recuperar la cercanía humana en un entorno académico.
### La Realidad de la Educación Superior en España
La decisión de Piero de abandonar la universidad pública y unirse a la privada no fue fácil, pero se basó en la realidad de los recursos disponibles. A pesar de su aprecio por la educación pública, Piero argumenta que las universidades estatales están infradotadas y no pueden ofrecer la calidad educativa que los estudiantes merecen. «La situación no ha mejorado», afirma, señalando que la falta de recursos limita la capacidad de los profesores para realizar su trabajo de manera efectiva.
La educación superior en España enfrenta un dilema: la saturación de universidades y la necesidad de una formación de calidad. Piero sostiene que no se deben abrir más instituciones, sino que es crucial ampliar las plazas y mejorar los recursos en las existentes. Además, critica la concentración de «soberbia intelectual» entre los catedráticos, lo que a menudo lleva a una cultura de competencia malsana en lugar de colaboración y apoyo mutuo.
En su experiencia en la Universidad de Navarra, Piero ha encontrado un ambiente más propicio para la enseñanza y la investigación. A diferencia de su tiempo en la universidad pública, donde la burocracia y la política a menudo interfieren en el proceso educativo, en la privada se siente libre para enfocarse en lo que realmente le apasiona: enseñar y guiar a sus estudiantes. «Estoy aquí por el puro placer del trabajo para otros», dice, reflejando su compromiso con la educación y el desarrollo personal de sus alumnos.
El aumento en la matrícula de estudiantes en universidades privadas también se puede atribuir a la búsqueda de una formación más integral. Los empleadores valoran no solo las habilidades técnicas, sino también la capacidad de los graduados para pensar críticamente y adaptarse a diferentes situaciones. En este sentido, las universidades privadas están ofreciendo un valor añadido al proporcionar mentores que apoyan a los estudiantes tanto en lo académico como en lo personal.
Piero también se ha pronunciado sobre la necesidad de reformar el sistema de acceso a la universidad pública, sugiriendo que las instituciones deberían considerar no solo las calificaciones, sino también la motivación y el perfil humano de los estudiantes. Esta perspectiva podría ayudar a reducir el abandono escolar, un problema que afecta a muchos jóvenes que ingresan a la universidad sin una clara comprensión de sus objetivos profesionales.
La educación es un viaje, no un destino, y figuras como Ricardo Piero están redefiniendo lo que significa ser un educador en el siglo XXI. Su enfoque humanista y su compromiso con la formación integral de sus alumnos son un recordatorio de que la educación debe ser un proceso de descubrimiento y crecimiento personal, donde cada estudiante tenga la oportunidad de explorar su identidad y su lugar en el mundo.