La reciente Junta de Accionistas de Repsol, celebrada el 30 de mayo de 2025, ha puesto de manifiesto la postura de la compañía en relación a la transición energética y su papel en el futuro energético de Europa. Antonio Brufau, presidente no ejecutivo de Repsol, y Josu Jon Imaz, CEO de la compañía, han defendido la necesidad de un enfoque pragmático y realista en la transición hacia energías más sostenibles, enfatizando la importancia de las energías convencionales como el petróleo y el gas en la actualidad.
### La Importancia del Refino en la Descarbonización
Durante la junta, Brufau destacó que el refino es un componente crítico para la descarbonización de la sociedad. Según sus declaraciones, el refino proporciona el 95% de los productos necesarios para la movilidad y el 50% de las materias primas químicas. Esta afirmación subraya la dependencia actual de Europa en el refino, especialmente en un contexto donde se han cerrado numerosas refinerías, convirtiendo a Europa en un importador neto de productos para movilidad y química. Brufau argumentó que sin el refino, muchos productos esenciales, incluidos aquellos utilizados en entornos médicos, no estarían disponibles.
Imaz, por su parte, complementó esta visión al señalar que el petróleo y el gas seguirán siendo parte integral de nuestras vidas, representando el 80% de la energía primaria consumida a nivel global. Esta afirmación resuena en un momento en que la presión para adoptar energías renovables es cada vez mayor, pero Imaz y Brufau abogan por un enfoque que no descarte las energías convencionales, sino que las integre en un mix energético diversificado.
### Un Llamado a la Neutralidad Tecnológica
Ambos líderes de Repsol hicieron un llamado a las autoridades para que adopten un enfoque de neutralidad tecnológica, permitiendo que diferentes tecnologías compitan en el mercado. Imaz enfatizó que no se debe prejuzgar a las tecnologías emergentes y que es crucial no desestimar industrias como la del motor de combustión interna, que aún tiene un papel importante en la economía. Además, sugirió que los vehículos que utilizan biocombustibles, que son neutros en emisiones, deberían estar exentos de impuestos sobre hidrocarburos.
La junta también abordó la necesidad de mejorar la competitividad de Europa en un contexto global. Brufau mencionó que Europa ha perdido peso económico y tejido industrial, y que es esencial replantear la composición del mix energético y el costo de la energía. Propuso cinco áreas de mejora que incluyen la extensión de las energías renovables y la inversión en redes transfronterizas para unir mercados y generación.
Imaz también se refirió a la situación en países como Venezuela y Libia, donde Repsol tiene intereses. En Venezuela, la expiración de una licencia crítica para la producción de gas ha generado incertidumbre, mientras que en Libia, la compañía busca estabilizar su presencia en un país con buenos activos geológicos. Esta estrategia internacional refleja la importancia de diversificar las fuentes de energía y asegurar un suministro constante en un mundo cada vez más volátil.
### Respuesta a las Críticas y el Futuro de la Energía
A lo largo de la junta, Imaz no dudó en responder a las críticas de grupos ecologistas, defendiendo la ética de producir el petróleo y gas que el mundo necesita. Afirmó que la demanda de estos recursos sigue en aumento y que muchos estudios sugieren que esta tendencia continuará en las próximas décadas. Esta defensa de la producción de combustibles fósiles se produce en un contexto donde la presión para adoptar energías renovables es cada vez más intensa, y donde la percepción pública sobre el cambio climático está en constante evolución.
La junta también fue testigo de la manifestación de Greenpeace y otros grupos que abogan por una transición más rápida hacia energías limpias. Sin embargo, Imaz argumentó que la visión de algunos ecologistas podría estar influenciada por una perspectiva occidental, desconectada de las realidades de los países en desarrollo que dependen de combustibles fósiles para su desarrollo económico.
En resumen, la Junta de Accionistas de Repsol ha dejado claro que la compañía no solo está comprometida con la transición energética, sino que también aboga por un enfoque que reconozca la importancia de las energías convencionales en el camino hacia un futuro más sostenible. Con inversiones significativas en proyectos como la Ecoplanta de Tarragona, Repsol busca liderar el camino en la innovación energética, mientras defiende su papel en el suministro de energía en un mundo que aún depende en gran medida de los combustibles fósiles.