En un movimiento significativo para el sector ferroviario, el consorcio liderado por la siderúrgica Sidenor ha finalizado la compra del 29,76% de Talgo, una operación valorada en 156,67 millones de euros. Este acuerdo, que se ha formalizado a un precio de 4,25 euros por acción, marca un hito en la reestructuración de Talgo, que ha enfrentado desafíos financieros en los últimos años.
La transacción incluye la participación de las fundaciones vascas BBK y Vital, así como del fondo público Finkatuz, que también han adquirido un 8,5% cada uno. La Fundación Bancaria Vital, por su parte, se queda con un 4,24%. Este movimiento no solo representa una inyección de capital en Talgo, sino que también establece una nueva estructura de financiación que será crucial para el futuro de la compañía.
### Reestructuración Financiera y Nuevas Oportunidades
Sidenor ha indicado que la junta general extraordinaria de accionistas se convocará en las próximas semanas para aprobar esta nueva estructura de financiación, que es esencial para completar el traspaso de acciones y dar inicio a una nueva etapa en Talgo. Este proceso está condicionado a la obtención de nuevos fondos, tanto en capital como en deuda, lo que subraya la necesidad de una sólida base financiera para el futuro de la empresa.
El acuerdo de compraventa también establece ciertas condiciones suspensivas que deben cumplirse antes del 31 de enero de 2026. Entre estas condiciones se incluye la suscripción de acuerdos de financiación por parte de Patentes Talgo, S.L. y entidades financieras, así como la CESCE, que son comunes en este tipo de operaciones. Si se cumplen estas condiciones, Talgo podrá iniciar un nuevo capítulo con un enfoque renovado en la innovación industrial y tecnológica, en un momento en que el sector ferroviario de alta velocidad está experimentando un crecimiento significativo.
La operación se produce tras meses de negociaciones y un preacuerdo anunciado en febrero, durante el cual se modificaron los términos económicos. Inicialmente, el acuerdo incluía una contraprestación fija de 4,25 euros por acción y un componente variable de 0,75 euros, que ahora solo se activará si alguno de los miembros del consorcio revende su participación a un precio superior en un plazo de dos años.
Además, se prevé la entrada de la SEPI en el capital de Talgo, que suscribirá una ampliación de capital de 45 millones de euros, lo que le permitirá adquirir un 7,87% de la compañía. También respaldará una emisión de préstamos convertibles de 30 millones de euros, autorizados por el Consejo de Ministros en julio. El consorcio también se ha comprometido a apoyar otra emisión de deuda transformable en acciones por un total de 75 millones de euros.
### Desafíos Financieros de Talgo
A pesar de estas nuevas oportunidades, Talgo enfrenta una situación económica crítica. En su último ejercicio fiscal, la compañía reportó pérdidas de 107 millones de euros, en gran parte debido a una multa de 116 millones impuesta por Renfe por retrasos en la entrega de trenes S106. Esta sanción ha sido un factor determinante en la crisis financiera de Talgo, que ha visto cómo su deuda supera los 400 millones de euros, con un grupo de entidades financieras principalmente nacionales.
En respuesta a esta situación, Talgo ha acordado una nueva estructura de financiación que incluye un tramo de 650 millones de euros con una cobertura del 50% de la CESCE, además de una línea de circulante de 120 millones de euros a tres años, que puede extenderse automáticamente por otros dos. También se ha previsto una nueva línea de avales por parte de las entidades financieras de 500 millones de euros, también respaldada en un 50% por la CESCE, para facilitar la participación en licitaciones.
La situación actual de Talgo es un reflejo de los desafíos que enfrenta la industria ferroviaria en general, donde la necesidad de innovación y adaptación a las nuevas demandas del mercado es más crucial que nunca. La entrada de Sidenor y sus socios en el capital de Talgo podría ser el impulso necesario para revitalizar la compañía y posicionarla de nuevo como un líder en el sector ferroviario, especialmente en el ámbito de la alta velocidad.
El acuerdo de Sidenor no solo representa una oportunidad para Talgo, sino que también puede tener un impacto positivo en la economía del País Vasco, donde se encuentra la sede de la empresa. La colaboración entre el sector público y privado en esta operación podría sentar un precedente para futuras inversiones en la industria, promoviendo un entorno más favorable para el crecimiento y la innovación en el sector ferroviario.
