Las tensiones dentro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) han salido a la luz en las últimas semanas, especialmente tras las declaraciones del expresidente de Aragón, Javier Lambán. En una reciente entrevista, Lambán compartió detalles sobre sus interacciones con el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, revelando un clima de descontento y control que ha marcado su relación. Estas revelaciones no solo ponen en evidencia las dinámicas internas del partido, sino que también reflejan un contexto político más amplio que podría tener repercusiones en el futuro del PSOE.
La relación entre Lambán y Sánchez ha sido tensa, especialmente después de que se hicieran públicos mensajes de WhatsApp en los que Sánchez se dirigía a otros líderes del partido de manera despectiva. Según Lambán, el tono de las conversaciones con Sánchez era notablemente diferente al que mantenía con otros miembros del partido, como José Luis Ábalos o Santos Cerdán. Mientras que estos últimos eran más cordiales, las interacciones con Sánchez estaban marcadas por una «ira» y una «pérdida de control» que sorprendieron a Lambán. Este tipo de comportamiento, según el exlíder aragonés, no es propio de un líder político que debería aceptar la disidencia dentro de su propio partido.
### La Obsesión por el Control
Lambán ha descrito la actitud de Sánchez como una «obsesión enfermiza» por controlar a los barones del PSOE, lo que ha llevado a una falta de autonomía entre los líderes regionales. Esta percepción de control se ha intensificado en los últimos años, donde los presidentes autonómicos parecen ser tratados más como delegados del Gobierno que como líderes con voz propia. Lambán ha sido claro al afirmar que su lealtad es hacia Aragón y España, y no exclusivamente hacia el partido. Esta postura ha generado fricciones, ya que muchos en el PSOE sienten que la diversidad de opiniones se ha convertido en una debilidad en lugar de una fortaleza.
La crítica de Lambán se extiende a la forma en que Sánchez ha manejado el partido desde su regreso al liderazgo en 2017. Según Lambán, el actual presidente ha logrado un control absoluto sobre el PSOE, lo que ha llevado a una situación en la que la disidencia no es tolerada. Esta falta de espacio para la discrepancia ha transformado al PSOE en un «páramo» político, donde las voces críticas son silenciadas. La situación ha sido tal que Lambán ha llegado a afirmar que el partido ha perdido su capacidad de actuar con «autonomía estratégica» y ha comenzado a depender de sus socios, quienes, según él, tienen objetivos que podrían amenazar la integridad de España y la Constitución.
### La Historia de la Disidencia en el PSOE
La historia reciente del PSOE está marcada por luchas internas y cambios de liderazgo que han moldeado su identidad. Desde la destitución de Sánchez en 2016 hasta su regreso triunfal, el partido ha experimentado una serie de transformaciones que han dejado huella en su estructura interna. Lambán señala que el clima de control que ahora se vive en el PSOE comenzó a gestarse en 2015, cuando algunos líderes comenzaron a notar que Sánchez estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para alcanzar el poder. Esta actitud, según Lambán, fue la que llevó a su destitución en el Comité Federal, donde se prohibió que Sánchez hiciera pactos que pudieran comprometer la integridad del partido.
Sin embargo, tras ganar las primarias y el Congreso, Sánchez logró recuperar el control y, desde entonces, ha trabajado para consolidar su poder. Esta consolidación ha tenido un costo, ya que muchos miembros del partido sienten que su voz ha sido silenciada. La falta de espacio para la disidencia ha llevado a un ambiente en el que las críticas son vistas como traiciones, lo que ha generado un clima de desconfianza entre los miembros del partido.
La situación actual del PSOE plantea preguntas sobre su futuro y su capacidad para adaptarse a un entorno político en constante cambio. Con las elecciones a la vista y un panorama político cada vez más polarizado, la forma en que el partido maneje sus tensiones internas podría ser determinante para su éxito o fracaso. Las palabras de Lambán resuenan como un llamado a la reflexión dentro del PSOE, instando a sus miembros a reconsiderar su enfoque hacia la diversidad de opiniones y la necesidad de un liderazgo más inclusivo.
Las revelaciones de Javier Lambán sobre su relación con Pedro Sánchez no solo iluminan las tensiones internas del PSOE, sino que también reflejan un momento crítico en la política española. A medida que el partido navega por estos desafíos, la forma en que aborde la disidencia y el control interno será crucial para su futuro.