El complejo monumental de Cuelgamuros, conocido por su vinculación con el franquismo, está en proceso de transformación hacia un espacio de memoria democrática. Este proyecto, que busca resignificar el lugar, ha dado un paso significativo con el lanzamiento de un concurso internacional de ideas. La iniciativa tiene un presupuesto que supera los 30 millones de euros y se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por parte del Gobierno español para abordar el legado histórico de la dictadura y promover una memoria inclusiva.
### Un Proyecto Ambicioso para la Reinterpretación Histórica
El objetivo del proyecto es convertir Cuelgamuros en un “centro de reinterpretación histórico, artístico y paisajístico”. Para ello, el Gobierno ha establecido un convenio con la fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, que actualmente gestiona el recinto. Este acuerdo asegura que la congregación benedictina que opera en el lugar continúe con su labor, incluyendo la celebración de misas en la capilla y la preservación de los símbolos litúrgicos y religiosos, como la gran cruz que se erige en el lugar.
El convenio, publicado recientemente en el Boletín Oficial del Estado (BOE), establece que la colaboración entre el Gobierno y la fundación será permanente y condicionada. A pesar de que la ley de memoria democrática ha declarado la extinción de la fundación, aún se está a la espera de un decreto que defina el nuevo marco jurídico que regirá el futuro del complejo. Mientras tanto, la fundación mantiene la titularidad sobre los bienes, y sus funciones de patronato y representación recaen en Patrimonio Nacional.
El concurso de ideas, que se llevará a cabo bajo estas nuevas directrices, tiene como finalidad transformar el conjunto monumental en un lugar de memoria y reconocimiento, alineado con los principios de la memoria democrática y los derechos humanos. Se espera que las propuestas presentadas generen un impacto cultural, artístico y social, contribuyendo a la reactivación del entorno y cambiando la percepción colectiva sobre el lugar.
### La Participación de la Iglesia y el Proceso de Selección
Un aspecto relevante del proyecto es la participación de la Iglesia en el proceso de selección del proyecto ganador. A pesar de las dudas expresadas por representantes eclesiásticos sobre la claridad de algunos aspectos del concurso, se ha acordado que un miembro de la Iglesia formará parte del jurado encargado de evaluar las propuestas. Este miembro será el delegado de liturgia del Arzobispado de Madrid, Daniel Alberto Escobar.
El concurso exige que las propuestas incluyan cuatro elementos clave: el diseño y construcción de un centro de interpretación, la musealización del espacio, la restauración y adecuación arquitectónica de los elementos del conjunto monumental que se utilizarán. El nuevo museo se ubicará en la explanada de acceso a la basílica, con la posibilidad de que sea subterráneo o semisoterrado. La resignificación del lugar busca establecer un enfoque conceptual y artístico que articule todas las actuaciones, creando un relato inclusivo y respetuoso con los valores democráticos actuales.
La elección del proyecto ganador se anunciará en septiembre, y se prevé que la redacción del proyecto de ejecución tome otros ocho meses. La licitación de las obras está programada para finales de 2026, lo que significa que la ejecución de las obras podría comenzar en la recta final de la legislatura actual.
El enfoque de este proyecto no solo busca transformar físicamente el espacio, sino también cambiar la narrativa en torno a Cuelgamuros, promoviendo un diálogo sobre la memoria histórica y el reconocimiento de las víctimas del franquismo. A medida que avanza este proceso, se espera que el nuevo Cuelgamuros se convierta en un símbolo de reconciliación y un lugar de aprendizaje sobre el pasado reciente de España.