Un antiguo conjunto residencial en Cáceres, conocido como el ‘barrio de la plaza de toros’, se prepara para una rehabilitación integral que promete transformar la vida de sus residentes. Este proyecto, que afecta a 150 viviendas de renta limitada, se enmarca dentro del Entorno Residencial de Rehabilitación Programada (ERRP) y busca no solo mejorar las condiciones de habitabilidad, sino también revitalizar el espacio urbano que rodea a estas edificaciones. La intervención, que se espera inicie en breve, es parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por la Unión Europea, con la colaboración del Ayuntamiento de Cáceres, la Junta de Extremadura y el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana.
La rehabilitación abarcará una superficie total de 10.351 metros cuadrados, donde se renovarán tanto las viviendas como el entorno urbano. La falta de aislamiento térmico en los edificios ha sido una de las principales preocupaciones, y el proyecto incluye la instalación de paneles fotovoltaicos para fomentar el autoconsumo eléctrico. Además, se prevé la incorporación de ascensores en los portales, lo que mejorará significativamente la accesibilidad para los residentes, aunque en una primera fase solo se implementarán en aquellos edificios que hayan recibido la ayuda correspondiente.
### Un Proyecto Impulsado por la Comunidad
La historia detrás de esta rehabilitación es tan interesante como el proyecto mismo. Vecinos como Encarna Barrigón, quien ha vivido en el barrio durante casi dos décadas, han sido fundamentales en la gestación de esta iniciativa. Encarna, junto a otros residentes, fundó en 2017 la Plataforma del Barrio de la Plaza de Toros, un movimiento vecinal que buscaba visibilizar la situación de abandono de la zona. Gracias a su esfuerzo y a la colaboración con el arquitecto Manuel Herrero, el enfoque del proyecto se amplió para incluir no solo intervenciones en edificios individuales, sino en todo el barrio.
La participación activa de los vecinos ha sido un elemento clave en el desarrollo del proyecto. La secretaria general de Vivienda, Arquitectura y Regeneración Urbana, Lidia López Paniagua, ha destacado la importancia de esta implicación comunitaria. «Los vecinos ya estaban organizados y desde el principio han mostrado interés por mejorar el barrio, lo que ha facilitado mucho el trabajo», afirmó. Esta colaboración ha permitido que el proyecto no solo se enfoque en la rehabilitación física de los edificios, sino también en la creación de un sentido de comunidad y cohesión social.
### Financiación y Plazos de Ejecución
El presupuesto total para la rehabilitación del barrio asciende a 6.080.000 euros. De esta cantidad, 4.092.000 euros serán aportados por la Junta de Extremadura a través de los fondos europeos del plan de barrios, mientras que el resto será cubierto por las comunidades de propietarios, dependiendo de su renta y del alcance de las intervenciones necesarias en cada edificio. Esta financiación se canaliza como una subvención de la Junta al ayuntamiento, que ha abierto una convocatoria pública para que las comunidades interesadas puedan solicitar ayuda.
Las obras, que serán ejecutadas por la empresa constructora Tabinorba S.L., se espera que comiencen en breve, tras el cierre del plazo de solicitud de ayudas. El objetivo es que el plan esté finalizado en junio de 2026, aunque se está considerando la posibilidad de solicitar una prórroga debido a la magnitud del proyecto. La secretaria general de Vivienda ha garantizado que se hará todo lo posible para cumplir con los plazos establecidos.
A pesar de las limitaciones económicas que enfrentan algunos residentes, la satisfacción general por el avance del proyecto es palpable. Muchos vecinos han expresado su agradecimiento por la ayuda y la colaboración recibida por parte de las autoridades. Sin embargo, también hay preocupaciones sobre los altos costos de los materiales y la mano de obra, que podrían dificultar la implementación de algunas mejoras, como la instalación de ascensores.
La rehabilitación del barrio de la plaza de toros en Cáceres no solo representa una mejora en las condiciones de vida de sus residentes, sino que también es un ejemplo de cómo la colaboración entre vecinos, administraciones y profesionales puede llevar a cabo transformaciones urbanas significativas. Este proyecto se erige como un modelo de cooperación que podría inspirar futuras iniciativas en otras comunidades, demostrando que la unión y el esfuerzo colectivo pueden generar cambios positivos y duraderos en el entorno urbano.