Donald Trump se dirigió a una multitud de cerca de 3,000 personas en Warren, Míchigan, para conmemorar los primeros 100 días de su segundo mandato. En un evento que evocó su estilo de campaña anterior, Trump no escatimó en críticas hacia su predecesor, Joe Biden, y los demócratas, mientras reafirmaba su postura sobre temas candentes como la inmigración y la economía. Durante el mitin, Trump se mostró confiado, afirmando que «solo acabamos de empezar» y que aún no han visto lo que está por venir.
El ex presidente, aunque ya no es candidato, sigue alimentando la especulación sobre una posible candidatura en 2028, lo que entusiasma a sus seguidores. En su discurso de 90 minutos, Trump defendió su política migratoria, su enfoque en la guerra comercial y los recortes en el gobierno, atribuyendo gran parte de estos cambios a figuras como Elon Musk. Además, cuestionó la legitimidad de los jueces que han bloqueado algunas de sus órdenes ejecutivas, tildándolos de «comunistas».
A pesar de su entusiasmo, Trump enfrenta un desafío significativo: una caída en las encuestas que refleja un creciente descontento con su gestión. Según datos de Real Clear Politics, su índice de desaprobación ha aumentado, superando en casi 7.5 puntos su índice de aprobación. Este descenso es especialmente notable en áreas críticas como la economía y la inflación, donde su administración ha sido objeto de críticas por su manejo de la situación.
En el mitin, Trump descalificó las encuestas, alegando que estaban «trucadas» en su contra y presentando datos falsos para respaldar sus afirmaciones. Sin embargo, su retórica resonó fuertemente entre sus seguidores, quienes lo vitorearon cuando se refirió a los inmigrantes de manera despectiva, describiéndolos como «criminales» y «monstruos». Un momento particularmente impactante fue cuando mostró un video de migrantes siendo deportados a El Salvador, lo que provocó vítores de «¡USA, USA!» entre la multitud.
A lo largo de su discurso, Trump también abordó su enfoque hacia la Reserva Federal, criticando a su presidente, Jerome Powell, aunque sin mencionarlo directamente. Afirmó que «no está haciendo un buen trabajo» y se mostró sarcástico al respecto, consciente de la sensibilidad del mercado ante cualquier indicio de inestabilidad en la política monetaria. Su comentario de que «sé mucho más de tipos de interés que él» refleja su habitual confianza en su conocimiento sobre economía, a pesar de las críticas que ha recibido.
En el contexto de su administración, Trump ha tomado decisiones que han generado controversia, como la firma de órdenes ejecutivas que revierten algunos aranceles impuestos al sector automotriz, un movimiento que podría ser visto como un intento de apaciguar a los votantes en un estado clave como Míchigan. Sin embargo, su discurso no abordó las preocupaciones crecientes sobre la economía, lo que ha llevado a muchos a cuestionar la efectividad de su gestión en este ámbito.
A medida que avanza su segundo mandato, Trump parece decidido a mantener su estilo combativo y polarizador, apelando a su base de seguidores mientras ignora las críticas y las preocupaciones que surgen de su administración. Su enfoque en la inmigración y la economía, junto con su retórica incendiaria, continúan siendo temas centrales en su agenda política, mientras que su futuro en la política estadounidense sigue siendo objeto de especulación y debate.
El evento en Míchigan no solo fue una celebración de sus primeros 100 días, sino también una reafirmación de su estrategia política, que combina la movilización de su base con la descalificación de sus oponentes. A medida que se acerca el ciclo electoral de 2028, Trump parece estar preparando el terreno para un regreso, mientras que su administración enfrenta desafíos significativos que podrían afectar su legado y su influencia en el Partido Republicano.