La situación política en Venezuela se encuentra en un punto crítico, con 21,4 millones de ciudadanos llamados a votar en las elecciones que se celebran este domingo. En esta ocasión, se elegirán 24 gobernadores, 260 legisladores estaduales y 285 diputados a la Asamblea Nacional, un órgano que ha estado bajo el control del madurismo desde 2020. La pregunta que resuena en la mente de muchos es: ¿deben acudir a las urnas o abstenerse? Esta decisión no es sencilla y presenta múltiples aristas.
El gobierno de Nicolás Maduro ha movilizado recursos y ha hecho un llamado a sus seguidores para que participen en el proceso electoral. Durante el cierre de campaña, Maduro enfatizó que el país enfrenta una «ofensiva terrorista» y que su administración está desarticulando conspiraciones vinculadas a la oposición y a actores externos. En este contexto, el presidente se ha posicionado como un defensor de los inmigrantes venezolanos que han huido del país debido a la crisis política y económica, buscando así ganar apoyo popular.
A lo largo de los años, la oposición ha tenido diferentes posturas respecto a la participación electoral. En 2005, decidieron no presentar candidatos a la Asamblea Nacional, lo que permitió al oficialismo controlar completamente el órgano legislativo. En 2018, la oposición se abstuvo de participar en las elecciones presidenciales, lo que resultó en una victoria casi sin competencia para Maduro. Sin embargo, en 2015, la oposición logró un triunfo abrumador en las elecciones legislativas, aunque no supo capitalizar ese éxito político.
La actual situación ha llevado a figuras de la oposición, como María Corina Machado, a instar a la ciudadanía a no votar. Machado, quien ha sido una voz crítica del régimen, argumenta que el Consejo Nacional Electoral carece de legitimidad y que participar en las elecciones sería validar un sistema que consideran fraudulento. Por otro lado, Henrique Capriles, un líder opositor que ha competido en elecciones pasadas, ha hecho un llamado a votar, argumentando que la participación es necesaria para mantener viva la voz de la oposición, aunque sea en un contexto adverso.
El dilema entre votar y no votar se ha convertido en un tema de debate entre los analistas políticos. Algunos, como Luis Vicente León, sostienen que ambas posturas tienen argumentos válidos. La abstención refleja un sentimiento de desconfianza hacia el sistema electoral, mientras que la participación puede ser vista como una forma de resistencia y de mantener la relevancia de la oposición en un entorno hostil.
### Tensión Territorial y Política
Además de las tensiones internas, Venezuela enfrenta un conflicto territorial con Guyana por el Esequibo, un territorio rico en recursos naturales que representa el 70% de la superficie del país vecino. La disputa ha reavivado la tensión bilateral y ha tenido repercusiones en la política interna venezolana. El gobierno de Maduro ha utilizado este conflicto como una herramienta para fortalecer su narrativa nacionalista y consolidar su apoyo interno.
La Corte Internacional de Justicia ha intervenido en este litigio, pero Venezuela ha desafiado sus decisiones, lo que ha llevado a un aumento de la retórica soberanista. En diciembre de 2023, el gobierno venezolano llevó a cabo una consulta popular sobre el Esequibo, que, a pesar de la baja participación, mostró un apoyo abrumador a la reclamación territorial. Este tipo de acciones son vistas como un intento de Maduro de desviar la atención de los problemas internos y reforzar su imagen como defensor de la soberanía nacional.
La situación se complica aún más con el respaldo de Estados Unidos a Guyana, lo que añade una capa de complejidad a las relaciones internacionales de Venezuela. La administración estadounidense ha expresado su apoyo político y militar a Guyana, lo que ha llevado a Maduro a intensificar su discurso antiimperialista y a buscar apoyo en la narrativa de la defensa de la patria.
### La Economía y el Futuro Político
La economía venezolana, devastada por años de crisis, también juega un papel crucial en el contexto electoral. La dependencia del petróleo y la falta de diversificación han dejado al país en una situación vulnerable. La reciente recuperación económica de Guyana, impulsada por la explotación de sus recursos petroleros, ha generado preocupación en Caracas, que ve amenazados sus intereses territoriales y económicos.
A medida que se acercan las elecciones, la incertidumbre sobre el futuro político de Venezuela se intensifica. La participación o abstención de los votantes no solo influirá en la composición del gobierno local y nacional, sino que también reflejará el estado de ánimo de una población cansada y desilusionada. La presión internacional, las tensiones internas y la lucha por el Esequibo son solo algunos de los factores que complican el panorama electoral en el país sudamericano. En este contexto, los ciudadanos deben decidir si su voz se escuchará en las urnas o si permanecerán en el silencio de la desconfianza y la apatía.